Como advertencia a la compañía, los hackers ya han publicado varias películas sin estrenar y se están filtrando documentos confidenciales e información comprometedora. Entre estos datos se encuentran lo que cobran los grandes ejecutivos de Sony Pictures, despidos injustificados, guiones, contraseñas de acceso a los servidores, e incluso los números de teléfono y de la seguridad social de los actores famosos que trabajan para esta empresa. En total se estima que los cibercriminales han podido robar cerca de 100 TB de información, de los que se han filtrado unos 40 TB.
Aún se desconoce la identidad de los atacantes, así como sus motivos. Sin embargo, tras filtrarse los primeros datos, Sony recibió amenazas de un grupo llamado Guardians of Peace, presuntamente relacionado con Corea del Norte.